Informe del Dr Joaquín Argonz sobre el uso de pioglitazona en el tratamiento de esteatosis hepática no alcohólica.
La pioglitazona es una thiazolidinediona que activa los receptores nucleares PPAR gamma (receptor gamma activado por el proliferador de peroxisoma) produciendo un aumento de la sensiblidad a la insulina de las células hepáticas, del tejido adiposo y del músculo esquelético. Se encuentra en la primera línea de tratamiento, así como la metformina es la primera en diabetes.
La esteatosis hepática es un factor de riesgo de T2DM aún en pacientes no obesos. Es la afección hepática crónica más común en obesidad con prediabetes o diabetes tipo II y va de esteatosis aislada mínima (con mínima o nula inflamación) a severa no alcohólica esteatohepatitis (NASH) o a fibrosis variable, ya sea perivenular o perisinusoidal.
Dado que la mayoría de los pacientes con T2DM tienen NAFLD y que muchos tienen riesgo de NASH pese a tener niveles de transaminasas normales, hay pocos trabajos que se focalicen en esta afección. Dado que el 32% de la población en USA tiene prediabetes, la presencia de NASH es una frecuente afección ignorada en portadores de diabetes.
En varios estudios se constató la mejoría en esteatosis, inflamación y abalonamiento en el 58% de los casos que fueron tratados con pioglitazona, luego de 18 meses (constatados por biopsia).
Los mecanismos moleculares por los cuales las TZD mejoran la insulinosensibilidad son desconocidos aún a sabiendas del protagonismo bien establecido de la lipotoxicidad en el desarrollo del NASH. El aumento de la adiponectina plasmática entre el 1ro y 3r mes (durante el tratamiento con pioglitazona) es el principal predictor de la respuesta histológica dado que no ocurre con placebo.
Pese a que las razones de la aparición de NASH son multifactoriales se sabe que el aumento del contenido de triglicéridos en el hígado proviene en un 70 -80 % por la crónica liberación de ácidos grasos libres provenientes de la lipólisis del tejido adiposo, también puede provenir de la novo lipogénesis de los hidratos de carbono con la concomitante hiperglucemia y de un exceso en la ingesta.
Se constató la mejoría de las alteraciones histológicas en el hígado con la administración crónica de pioglitazona en pacientes con NASH con prediabetes o T2DM luego de 18 meses de tratamiento. Los beneficios eran más evidentes en casos de NASH establecidos con regresión de la fibrosis en más de la mitad de los casos.
Mejoras
Mejoran la insulinosensibilidad y la histología hepática (esteatosis, hepatonecrosis e inflamación) en pacientes con diabetes y sin diabetes. No hubo en estudios a largo plazo empeoramiento de la función cardíaca muy por el contrario se constató mejoría de la misma y los casos reportados eran preexistentes.
Desmitificando
Con respecto a la controversia en torno a la aparición de cáncer de vejiga quedó desechada luego de estudios prospectivos de 10 años de seguimiento lo mismo que la pérdida de densidad ósea.
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