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Osteoporosis y Diabetes

Osteoporosis y Diabetes

Algunos de los efectos de la diabetes como la debilidad muscular; episodios de concentraciones bajas de glucosa en la sangre; visión borrosa; o el daño en los nervios -especialmente en las piernas-, que puede generar entumecimiento de los miembros; aumentan la posibilidad de sufrir caídas y, por lo tanto, de fracturas como resultado de huesos frágiles. Por estos motivos las personas con diabetes deben prestar especial atención a este tema.

La osteoporosis es una enfermedad que afecta la densidad de los huesos. Osteoporosis significa “hueso poroso”. La osteoporosis sucede cuando el cuerpo pierde tejido óseo, o cuando el cuerpo produce poco tejido del hueso, o por una combinación de ambos. Estos huesos débiles pueden fracturarse más fácilmente frente a una simple caída o un movimiento brusco.

La osteoporosis es una afección que a menudo se puede prevenir. Si no se detecta, puede desarrollarse durante años sin presentar síntomas hasta que se produce alguna fractura.

Los factores de riesgo para desarrollar la osteoporosis incluyen:

  • Antecedentes familiares de la afección
  • Delgadez extrema, trastornos de la conducta alimentaria
  • Usar algunos medicamentos como glucocorticoides
  • Tener bajas cantidades de calcio
  • Baja actividad física
  • Fumar
  • Beber mucho alcohol.
  • En el caso de las mujeres, ser posmenopáusica, tener una menopausia temprana o padecer amenorrea.

El tamaño y fuerza máximos que alcanzan nuestros huesos se denominan masa ósea máxima. Las personas suelen alcanzar su pico entre los 20 y los 30 años de edad. La diabetes tipo 1 se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes, cuando la masa ósea aún no aumentó lo suficiente. Por eso, es posible que se encuentre una masa ósea máxima más baja en personas con diabetes tipo 1. Lo que acrecienta la posibilidad de padecer osteoporosis.

Según la Sociedad Argentina de Reumatología: “La nutrición y los factores del estilo de vida, así como también el ejercicio, juegan un papel importante en la prevención y el manejo de la osteoporosis. Si se ha diagnosticado osteoporosis u osteopenia, el proceso de pérdida ósea no podrá detenerse completamente pero es posible demorarlo significativamente, y eliminar o reducir ciertos factores que contribuyen a su rápido progreso”.

Compartimos algunas recomendaciones nutricionales, de actividad física y de hábitos saludables para prevenir la enfermedad y reducir el riesgo de fracturas.

Nutrición

Una alimentación rica en calcio es clave para prevenir la osteoporosis. Podés encontrar este mineral en la leche y sus derivados: queso, yogur, etc. Las verduras de hoja verde como el brócoli o el kale también son una fuente rica en calcio. Es importante que a la hora de cocinarlas lo hagas con pequeñas cantidades de agua y durante el menor tiempo posible para conservar el calcio presente en estos vegetales. 

Los frutos secos como las almendras o las semillas de girasol también aportan abundante calcio y, al mismo tiempo, colaboran en la mejora de los niveles de glucemia de las personas con diabetes.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la vitamina D es clave para la absorción del calcio. Esta vitamina se sintetiza mediante la exposición a la luz solar. Es habitual que, por el tiempo que pasamos en el interior de nuestros hogares o lugares de trabajo, no lleguemos a producirla de forma natural en cantidades suficientes y necesitemos reforzar con algún suplemento que debe ser indicado por un profesional de la salud.

Ejercicio

“El ejercicio no sólo es importante para la salud general sino que contribuye a formar la masa ósea en los jóvenes y disminuir la pérdida ósea en los adultos. El ejercicio también fortalece los músculos y aumenta la flexibilidad mejorando la coordinación y el equilibrio; estos factores ayudan a reducir el riesgo de caídas”, recomienda la Sociedad Argentina de Reumatología.

Los mejores ejercicios para prevenir la osteoporosis son aquellos que implican sostener el propio peso en contra de la gravedad, subir escaleras, caminar, sentadillas, elevación de piernas. También aquellos de resistencia como levantar pesas o usando bandas de resistencia: flexiones de biceps y triceps, elevación de hombros, etc.. Todos estos ejercicios sirven para fortalecer los huesos, al igual que los músculos. Asimismo, ejercicios como pararse en un pie o sentarse en una pelota de ejercicios contribuyen a desarrollar el equilibrio, otro aporte fundamental para evitar caídas involuntarias.

Se aconseja evitar los ejercicios de alto impacto, por riesgo de caída, y aquellos que implican rotación brusca del torso o inclinaciones hacia adelante.

Vida saludable

Fumar no es bueno para los huesos, además de los conocidos efectos negativos para el corazón y los pulmones, disminuye la absorción de calcio de la dieta. En las mujeres, el tabaco afecta el sistema hormonal adelantando la menopausia, lo que puede provocar la pérdida de tejido óseo antes de tiempo. 

El alcoholismo produce un déficit nutricional que incluye alteraciones en las concentraciones de calcio y magnesio. Las personas que consumen alcohol de forma excesiva son más propensas a la pérdida del tejido óseo y a las fracturas.

Prueba de la densidad ósea

La densitometría es un procedimiento seguro, no invasivo e indoloro para medir la densidad mineral ósea. Sirve para detectar la osteoporosis antes de que ocurra la fractura. Está indicado en los hombres a partir de los 70 años y a partir de los 65 en el caso de las mujeres. Tu médico o médica de confianza debe determinar si es necesario realizar este estudio.